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Selección de Poemas

AJEDREZ

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?

Jorge Luis Borges

PRESTAR OÍDO

Yo solo quería prestar oído
a tu corazón, y así estuvimos las dos, 
vos en la historia que se quebraba
yo en la voz que llega cada tanto 
para sentir carne viva 
que toda madre lleva una mujer
colgada en el cuello 

María Teresa Andruetto

esquina de un cuarto con una flor

DÍAS CONTRA EL ENSUEÑO

No querer blancos rodando
en planta movible.
No querer voces robando
semillosas arqueada aéreas.
No querer vivir mil oxígenos
nimias cruzadas al cielo.
No querer trasladar mi curva
sin encerar la hoja actual.
No querer vencer al imán
la alpargata se deshilacha.
No querer tocar abstractos
llegar a mi último pelo marrón.
No querer vencer colas blandas
los árboles sitúan las hojas.
No querer traer sin caos
portátiles vocablos.

Alejandra Pizarnik

Nicanor Parra

SOLO DE PIANO

Ya que la vida del hombre no es sino una acción a distancia,
Un poco de espuma que brilla en el interior de un vaso;
Ya que los árboles no son sino muebles que se agitan:
No son sino sillas y mesas en movimiento perpetuo;
Ya que nosotros mismos no somos más que seres
(Como el dios mismo no es otra cosa que dios)
Ya que no hablamos para ser escuchados
Sino para que los demás hablen
Y el eco es anterior a las voces que lo producen;
Ya que ni siquiera tenemos el consuelo de un caos
En el jardín que bosteza y que se llena de aire,
Un rompecabezas que es preciso resolver antes de morir
Para poder resucitar después tranquilamente
Cuando se ha usado en exceso a la mujer;
Ya que también existe un cielo en el infierno,
Dejad que yo también haga algunas cosas.

Yo quiero hacer un ruido con los pies
Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo.

Nicanor Parra

EL ESPEJO III


No creo en los presentimientos, tampoco me asustan las señales,
no huyo ni del veneno, ni de las calumnias.
La muerte no existe en el mundo, todos son inmortales,
todo es inmortal, no hay que temer a la muerte
ni a los diecisiete años, ni a los setenta.
 
Existe solamente la realidad y la luz.
No hay en este mundo ni oscuridad, ni muerte.
Estamos todos reunidos en la orilla del mar,
y soy de aquellos que recogen las redes,
cuando viene, en cardumen, la inmortalidad.
 
Sigan viviendo en la casa, y ella no se destruirá.
Convocaré a cualquiera de los siglos,
entraré en él, y construiré allí mi morada.
Por eso están conmigo sus hijos y sus mujeres comparten mi mesa,
pues, la mesa es una sola para el bisabuelo y para el nieto.
 
Lo venidero acontece ahora, y si yo levanto la mano,
quedarían cinco rayos de luz para todos ustedes.
Mis clavículas apuntalaron, como vigas, los días del pasado,
medí los años con cadenas de agrimensor, horadé el tiempo,
como si fuese los Urales, y elegí el siglo según mi estatura.
 
Bajamos al sur y levantamos el polvo de las estepas...
El pasto alto se alborotó, bromeó el grillo, tocó las herraduras,
nos auguró el futuro con sus bigotes,
y me amenazó, como un monje, con la perdición segura.
 
Até mi destino con las correas a la silla de montar,
aún erguido en los estribos, cabalgo como un muchacho en los tiempos venideros;
me satisface mi inmortalidad, para que mi sangre corra de siglo en siglo..
Por un rincón seguro de dulce tibieza pagaría obstinado con mi vida,
si ella no fuera una aguja voladora, que me tira, como a un hilo, por todo el mundo.

Anrseni Tarkovski

AUTOPSICOGRAFÍA

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.

Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.

Fernando Pessoa

YA NO

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.

Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.

No volverá a tocarte.

No te veré morir.

Idea Vilariño

relfejo del agua foto analogica

HOY

Hoy 

difícil ver algo más lindo 

que ese gallo de espuma 

que se para en las piedras

Héctor Viel Temperley

SUDDEN LIGHT

I have been here before,
But when or how I cannot tell:
I know the grass beyond the door,
The sweet keen smell,
The sighing sound, the lights around the shore.

You have been mine before,—
How long ago I may not know:
But just when at that swallow's soar
Your neck turn'd so,
Some veil did fall,—I knew it all of yore.

Has this been thus before?
And shall not thus time's eddying flight
Still with our lives our love restore
In death's despite,
And day and night yield one delight once more?

Dante Gabriel Rosetti

EL INVIERNO

Cuando pálida nieve embellece los campos,
Y un alto resplandor la inmensa llanura ilumina,
Seduce el Verano que pasó, y delicadamente
Se acerca la Primavera mientras la hora declina.

Espléndida aparición, el aire es más puro,
Claro está el bosque, ningún hombre
Camina por las calles, ya tan lejanas, y el silencio
Se hace majestuoso y todo ríe.

No resplandece aún la Primavera con la luz de las flores
Que tanto aman los hombres, pero estrellas
Claras hay en el cielo y bello es contemplar
El cielo tan lejano, que rara vez se turba.

Como llanuras son los ríos, las imágenes,
Aunque desvanecidas, más notable, la placidez
De la vida perdura, la grandeza de las ciudades
Con especial bondad se aprecia en la ilimitada lejanía.

Friedrich Hölderlin

sabanas blancas en una cama vacía

GLOW

When I wake up earlier than you and you
are turned to face me, face
on the pillow and hair spread around,
I take a chance and stare at you,
amazed in love and afraid
that you might open your eyes and have
the daylights scared out of you.
But maybe with the daylights gone
you’d see how much my chest and head
implode for you, their voices trapped
inside like unborn children fearing
they will never see the light of day.
The opening in the wall now dimly glows
its rainy blue and gray. I tie my shoes
and go downstairs to put the coffee on.


Ron Padgett

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